Nunca me había sucedido y siempre había visto esta práctica como algo ridículo y sin sentido, bueno aún lo pienso pero esta vez me tocó vivirlo.
Después de analizar todas las posibilidades en torno a esta banalidad, he llegado a la conclusión de que ganarse el ramo de la novia siempre lo dejará a una en una posición incómoda. Varias pueden ser las situaciones y para todas hay su respectiva incomodidad, ahí les van:
- Que al ganarte el ramo, tu “galante” novio te proponga matrimonio en público. Esta es por supuesto una situación ridícula en la que se arriesga a dar un sí apresurado por la presión colectiva y el empalagamiento propio que se vive en una boda.
Esta opción es poco probable porque los hombres cada vez le huyen mas al matrimonio así que no hay mucho de que preocuparnos.
- Que la “dichosa” ganadora del ramo se ponga muy roja (esto en cualquier caso puede suceder) y desee que el novio le proponga algo pero que él también se ponga algo rojito y solo le dé un besito.
- Que en el momento, todo sean risas, aplausos y felicitaciones de las otras mujeres que muy envidiosas quisieran haberse ganado el ramo; pero muy en el fondo la “ganadora” desee que la predicción se haga realidad y pasen los días sin recibir alguna propuesta de su “amado”.
Esta es una de las situaciones más tristes, porque la “ganadora” observará como se marchitan las flores y de paso ella también esperando.
- Que a la “feliz” y encartada ganadora, ya le hayan propuesto matri hace algún tiempo y como no se había vuelto a mencionar el tema ella crea que esta es la oportunidad para retomar y dar forma definitiva a sus aspiraciones.
Este caso también es deprimente porque pone a la novia ansiosa sobre un tema del pasado y posiblemente en aprietos a su pareja, que en alguna ocasión nublado por el falso enamoramiento, se atrevió a hacerle tan inadecuada propuesta.
- Que no te quieras casar y el “hombrecillo” se emocione y tomé en serio el agüero. Esto si que es un problema. Porque es muy feo safar a un hombre que quiera dar ese paso.
Todos estos casos y los otros que se puedan dar, con seguridad son más que deprimentes; por esto es mejor que no te ganes el ramo, es mejor no hacerle el juego a un poco de cacatúas que en medio de la celebración de una boda, te quieren empujar a ese abismo llamado matrimonio. Por todo lo anterior cuando vayan a hacer alguna de esas dinámicas tontas para entregar el ramo, corre, metete al baño, ve al carro o auséntate de la fiesta, de lo contrario te estarás arriesgando a pasar por una situación en la que estarás sonrojada, ridiculizada o emproblemada con tu novio que nunca te propuso nada de nada.